Leticia Ravelli vive en Arapiraca, en el estado de Alagoas.
Formada como Farmacéutica Generalista con Postgrado en Máster en Farmacia y Cannabis, comenzó a trabajar en la industria del cannabis en 2019.
“La marihuana para mí es mi vida, vivo por ella y para ello. Y por eso soy activista''
A Letícia le diagnosticaron ansiedad severa, que le provocaba síntomas atópicos, alopecia, atracones y fibromialgia.
Buscó tratamiento, pero no encontró solución, pues le recetaron la famosa raya negra, provocando efectos secundarios en su organismo.
Al finalizar su formación conoció el uso medicinal de la planta, decidiendo realizar sus estudios de posgrado enfocados en medicamentos a base de cannabis.
Porque con los estudios se puede creer que el medicamento cannabidiol puede curar muchas enfermedades, incluidos sus síntomas.
“El cannabis debe considerarse como la primera opción de tratamiento y no la última”
Al estudiar la marihuana, Letícia empezó a tener una comprensión medicinal, política, cultural, religiosa y del tráfico de la planta. A partir de entonces, la farmacéutica empezó a trasladar toda esta información de estudios e investigaciones a la gente de su región, para salir de la burbuja y poder ver la hipocresía escondida y todos los beneficios que aporta esta planta.
“...no tiene sentido centrarse en salvar vidas por un lado y olvidar todo el contexto de que esta planta también mata. Y no es la planta la que mata, es el prejuicio a través de ella''
En 2022, Letícia inició la asociación ONG Liamba, que actualmente ayuda a los pacientes a acudir a las citas y obtener sus medicamentos.
